
La infusión o el ‘aguita’ es uno de los fitopreparados más universales, simples, y a la vez efectivos de los que se tiene registro. Usar agua -el solvente universal- para preparar infusiones es una de las más antiguas tradiciones en la herbolaria: una manera simple para obtener los activos solubles en agua de una planta, y llevarlos a tu organismo.
Las infusiones o tisanas, también llamadas té herbal son preparadas usando agua para extraer los constituyentes de la planta. Si eres principiante, preparar té herbal es una manera simple y accesible de empezar a utilizar hierbas medicinales en tu día a día, recolectar hierbas frescas en nuestro huerto o sentir el aroma de los condimentos en la cocina nos conecta con el poder medicinal del reino vegetal. Preparar medicinas herbales con nuestras propias manos usando ingredientes humildes como plantas y agua puede empoderarnos en muchas maneras.
A continuación, revisaremos las principales diferencias entre una infusión culinaria y una infusión medicinal, cómo saber cuál es la más adecuada para cada momento, y cómo preparar adecuadamente cada una de ellas. Detalles como éste tema son los que revisamos en los Talleres de Herbolaria de la Botica Itinerante, siempre pensando en aportar a la responsabilidad y buenas prácticas en el uso de plantas medicinales para el cuidado de la salud.

Infusión culinaria
Infusión con hierbas para saborizar el agua, se utiliza una cantidad pequeña de hierbas o frutas por porción hasta alcanzar un sabor agradable. Generalmente, se preparan con una a dos hojas de hierbas por taza, o un puñado por litro, proporción que no alcanza la concentración terapéutica. Habitualmente se usan hierbas nutritivas o de grado comestible, pertenecientes al primer grupo de la escala de seguridad, de las más inocuas y sin efectos adversos, que pueden tomarse a diario por su aporte en cuanto a vitaminas y minerales, apoyando los requerimientos nutricionales diarios.
Por ejemplo, preparar una infusión de ortiga, cáscara de limón, té, rosas, o incluso una leche vegetal de avena cuenta como infusión culinaria y podremos consumirlas a diario, para acompañar nuestras comidas o simplemente saciar la sed, aportando además vitaminas y minerales de origen vegetal a nuestra alimentación diaria.
Infusión medicinal
Infusión de hierbas con fines medicinales, se toman con un objetivo rn particular, y se utiliza una cantidad mayor de hierbas por porción hasta alcanzar la concentración terapéutica, puede que su sabor no sea agradable ya que no es el foco de la preparación. Se prepara una cantidad determinada de gramos de hierbas por litro de agua para lograr la concentración terapéutica, la cantidad de hierbas varía de acuerdo a la especie vegetal que se utilice, y estará indicado en la monografía de cada planta, en relación a sus activos y uso terapéutico. Habitualmente se usan hierbas tónicas nutricias y tónicas estimulantes, pertenecientes al segundo y tercer grupo de la escala de seguridad, pueden tener efectos adversos si se usan indebidamente, y son aptas para tomarlas por períodos prolongados de tiempo con lapsos de descanso, pero no necesariamente a diario. A la hora de administrar cualquier infusión, por más inocua que parezca, se deben tener en cuenta las interacciones planta/fármaco y planta/patología, además de las contraindicaciones, como evitar en caso de embarazo y/o lactancia.
Por ejemplo, preparar una infusión de llantén siguiendo el protocolo de administración indicado en el libro “MHT: Medicamentos Herbarios Tradicionales” para ayudar en la recuperación de afecciones respiratorias como úlceras, pecho obstruido y resfríos cuenta como infusión medicinal y podremos consumirla mientras estemos con molestias, teniendo cuidado de seguir las indicaciones de cantidad y frecuencia en cuanto a su administración para mantener su efectividad.
Aquí encuentras una tabla resumen de la monografía del llantén, extraída del libro citado, MHT Minsal.


Entonces, recapitulando, ¿cuál es la diferencia entre una taza de té herbal preparada para saciar la sed, y otra preparada con la intención de apoyar nuestra salud y bienestar? Generalmente, la diferencia es materia de dosis o concentración de los constituyentes de la planta presentes en la infusión. Dicho esto, es importante tener en cuenta que para incrementar la potencia y eficacia de una infusión, la proporción de hierbas a agua debe ser más alta que una infusión tradicional, o se debe dejar infusionando por más tiempo, o debe ser consumida con más frecuencia durante el día, todo esto con el fin de alcanzar la dosis terapéutica.
¿Qué pasa entonces con las bolsitas de té de hierbas que acostumbramos tomar, no sirven? Por supuesto que sí, de hecho, en Chile la calidad de las hierbas es bastante buena, son frescas, y la mayoría son cosechadas localmente. Sin embargo, la mayoría de las bolsas de té disponibles en el comercio contienen menos de una cucharadita de hierbas, lo cual es usualmente menor a la dosis sugerida para apoyar nuestro bienestar.
En términos de volumen, podemos utilizar las cucharas que tengamos en casa para medir: una cucharadita equivale a una cuchara de té (las pequeñas) llena de hierbas molidas, mientras que una cucharada equivale a una cuchara de sopa o de comida (de las más grandes), llena de hierbas molidas. Así, si queremos usar té herbal en saquitos de forma medicinal, podemos preparar una infusión más ‘cargada’, infusionada por más tiempo, beber más tazas al día, o poner más de una bolsita por taza para lograr la dosis terapéutica.
Sólo recuerda, una infusión culinaria o tradicional puede beberse a diario, mientras que la infusión medicinal no es aconsejable, es mejor reservarla para cuando necesites darle un uso terapéutico a las plantas que la componen.