
Cofre del Bosque, un trabajo artesanal que nace como una puesta en valor del patrimonio local, de los tesoros que el bosque entrega durante todo el ciclo, medicina, alimentos, tintes y aromas; siempre siguiendo principios de #recoleccionsostenible y trabajando a #bajaescala para respetar y cuidar los ecosistemas.
Durante este último año, hemos estado siguiendo la ruta del recolector maulino, centrándonos en las cercanías de la cordillera de la costa en invierno, y la precordillera del Maule norte en primavera y verano.
En invierno en Curepto, Llico, Licantén, Iloca y Duao, conociendo de cerca el oficio de la cerámica, la elaboración de dulces, y la obtención de materias primas nobles como lana, arcilla, madera y frutos. Se come chagual, chícharo y changle, se toma mate y buen vino.🧉
En primavera volvemos a caminar los cerros, esperando las flores silvestres que hoy mantenemos prensadas; entre octubre y noviembre cosechamos la ortiga y el cardo, el diente de león, la caléndula, la flor del quillay y tantas más. En diciembre llega el maqui, lo anuncian los loros tricahue, y se recolecta el fruto más dulce del verano. En enero y febrero se cosecha el chilco, el fruto del boldo, las nueces, las almendras, y se preservan los frutos de la zona como guindas, moras y frambuesas.
Se acerca el otoño. En marzo colectamos el trabajo de abejas y apicultores locales, esencial para la biodiversidad, este año conseguimos propóleo, polen, cera y miel con aroma a quillay y ciprés, en su estado más fresco y puro. En abril la rosa mosqueta, el arrayán y la murta aparecen para endulzar el frío, junto a las setas, cortezas y raíces que recolectamos en este, su momento.
Así, de la mano de las estaciones y de la geografía, vamos siguiendo la pista de lo que el bosque nos quiere contar: el bosque es vida, el bosque es agua, el bosque es abundancia. El bosque es el territorio que debemos respetar y regenerar.





















































